La determinación de la excreción urinaria de albúmina (EUA) se hará anualmente. Dado que la microalbuminuria raramente aparece en la Diabetes 1 de corta evolución o antes de la pubertad, el cribaje debe hacerse a partir de la pubertad y después de 5 años de haberse iniciado la enfermedad.
En cambio, en la Diabetes tipo 2, debido a la dificultad para precisar la fecha de inicio de la diabetes, el cribaje se hará en el mismo momento del diagnóstico. El cribaje de microalbuminuria se puede hacer por tres métodos:
1.- Determinación del cociente albúmina/creatinina en una muestra de orina al azar.
2.- En orina de 24 horas, que permite medir simultáneamente el aclaramiento de creatinina si se determina también la creatinina plasmática.
3.- En orina minutada (por ejemplo de la noche).
El primer método suele ser el más fácil de llevar a cabo en una consulta y en general proporciona una información fidedigna; es preferible que se haga con la primera orina de la mañana.
Para establecer el diagnóstico de Microalbuminuria es preciso que la EUA sea >30 mg/24 horas, en, como mínimo dos de tres determinaciones consecutivas realizadas en un período de 3-6 meses.
Si la EUA es >300 mg/24 horas o >300 mg/gr de creatinina en una muestra al azar, se establecerá el diagnóstico de Nefropatía diabética establecida o macroalbuminuria.
Diagnóstico de Nefropatía Diabética según la EUA
Estadio Nefropatia | | Indice albúmina/creatinina | Orina minutada |
| | | |
(Nefropatia incipiente) | | | |
(Nefropatía establecida) | | | |
Prevención y Tratamiento de la Nefropatía Diabética
1.- Control de la Glucemia
El estudio UKPDS ha demostrado que el control de la glucemia produce beneficios sobre la incidencia y progresión de la nefropatía. El tratamiento tendrá como objetivo mantener un perfil glucémico lo más cercano posible a la normalidad, con una HbA1c inferior al 7 % (para un valor normal del 6 %) pero recordando que cualquier reducción en los niveles glucémicos tiene un efecto beneficioso.
2.- Control de la Hipertesión arterial
La Hipertensión (HTA) acelera la progresión de la nefropatía diabética, y se ha demostrado que su control puede frenar la progresión de la nefropatía. En los enfermos con Microalbuminuria, el tratamiento hipotensor puede reducir la EUA o enlentecer su aumento. El objetivo del tratamiento antihipertensivo es mantener cifras de presión arterial inferiores a 130/85 mmHg.
Se recomiendan los cambios en el estilo de vida. Reducir el consumo de sal (menos de 6 gr. de cloruro sódico al día); moderar el consumo de alcohol (menos de 20-30 gr. de etanol en hombres y de 10-20 gr. en mujeres); aumentar el ejercicio físico aeróbico y el abandono del tabaco.
En pacientes diabéticos tipo 1 y tipo 2, hipertensos y albuminúricos, los inhibidores del enzima de conversión de la angiotensina (IECA), parecen conseguir una mayor reducción del grado de albuminuria y del ritmo de progresión de la enfermedad renal, que otros agentes antihipertensivos que consiguen descensos de la presión areterial similares. Por su efecto hiperpotasémico se recomienda monitorizar el potasio y la creatinina durante el primer mes de tratamiento. Los IECA están contraindicados en el embarazo y deben utilizarse con precaución en mujeres en edad fértil.
En el caso de enfermos normotensos y microalbuminúricos con diabetes tipo 1, se recomienda también el uso de IECAs en todos los pacientes.
3.- Restricción proteica
El consenso general es recomendar al enfermo diabético sin microalbuminuria que evite una dieta rica en proteinas. Y al paciente con nefropatía diabética establecida, se le recomendará una moderada restricción en la ingesta de proteinas, de 0.8 gr/kg/dia.
4.- Consideraciones especiales para los enfermos con Insuficiencia Renal
A partir del momento en que el enfermo presente una insuficiencia renal (creatinina sérica superior a 170 mmol/L o 2 mg/dl, es imprescindible el tratamiento conjunto con el nefrólogo.
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