• Todos los pacientes que inician tratamiento antituberculoso.
• Todos los pacientes que solicitan tratamiento por ETS, incluyendo los que se atienden en centros de salud especializados. El despistage del VIH debería hacerse en cada visita por un síntoma nuevo, sin considerar si el paciente conoce o sospecha conductas de riesgo para infección por VIH específicas.
• Todas las embarazadas.
El CDC establece que el objetivo de la guía de 2006 es “aumentar la búsqueda del VIH en los pacientes de los centros de salud, incluyendo las embarazadas.” El método utilizado para cumplir con la recomendaciones de esta guía es combinar la revisión completa de la literatura; el consenso de los especialistas, incluyendo los pacientes internados y, los programas del CDC que demostraron proyectos de pesquisa del VIH en centros de atención médica.
El CDC cita varios puntos para fundamentar sus recomendaciones.
Primero, establece que las solicitudes de pruebas basadas en el riesgo no son efectivas, particularmente en la infección del VIH por transmisión sexual.
Segundo, las estrategias universales, como las utilizadas en las embarazadas y en la sangre donada han sido muy efectivas.
Tercero, el CDC cita estudios que indican que la mayoría de las personas que se preocupan por la infección por el VIH reducen sus conductas de riesgo.
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